Entrevista para la revista SOLO MOTO, Sección solo Ruta
Qué fácil es dejar el egocentrismo, por mucho que uno piense que lleva en esto ya algunos años, cuando tienes frente a ti a un autentico dinosaurio en el mundo de la moto a nivel de usuario, es cuando realmente te das cuenta de lo que te queda por vivir en la moto
Dº Vicente Arderius ( El Abuelo Turbo) vino a este mundo en 1931, aun reinaba Alfonso XIII. Por aquel entonces como el mismo me dice, aquel que tenía un moto, tenía un verdadero lujo, tomo contacto con ellas sobre el año 1949 con la famosa vespa, moto que por aquel entonces reinaba por su versatilidad y capacidad de transporte, ya que se les acoplaban los sidecar y de esta manera una familia de 4 o 5 personas eran capaces de desplazarse, tanto para el trabajo como para ir al pueblo, etc, etc. Más adelante sobre el año 1958/59 obtuvo aquellas flamantes montesas Brío 80/90 tantas veces premiadas, sobre ese año y por una época de bonanza particular consiguió además de correr con su Brío 90 en el Parque de Retiro donde se montaban circuitos y carreras al más puro estilo racer, tener una segunda montesa, esta vez una 247 de trial y junto a otros pocos privilegiados, entre ellos un ya despuntante ANGEL NIETO salían por los montes de Cercedilla (Madrid) para hacer aquellas rutas de trial
Siempre participo en competiciones de velocidad haciendo del circuito del Jarama su segunda casa, fue monitor del Real Club de Motociclismo en España, como premios a su afición obtuvo las roturas pertinentes, clavícula, externon, varias costillas, hombro y escafoides, pero lo que jamás quebró en el, fue su ímpetu y pasión por la velocidad
En años sucesivos descubrió las motos niponas y comenzó por cómo no, con una Suzuki gsx, pero cuando realmente vio la luz fue al subirse en una CBR, desde aquel momento fue Hondista fiel, hasta el punto que hoy pilota con sus 82 años una CB 600 Hornet, a la que dice le ha cambiado el desarrollo llegando a conseguir por primera vez 230km, evidentemente este Abuelo Turbo es de otra pasta
Nos confiesa que pasando por varios motoclub, el amor de su vida fue Carretera y Manta donde hizo auténticos amigos con los que aun mantiene contacto
Me asevera que jamás colgara el casco, ya que no entiende la vida sin moto, en ese momento mis ojos se cristalizaron y me embargo tal emoción que sin más, me levante y le abrace, comprendí que si alguien tenía derecho a un autentico reconocimiento era el, 82 años cumplidos y todos los días mira al cielo rezando que no llueva para salir a montar
En su cajón desastre dos proyectos le han quedado por hacer, pero bien sabe el que ya sería poner en peligro su vida, el Paris-Dakar y la vuelta al mundo
Me siento feliz de haber podido al fin charlar contigo para escribirlo, es algo que hablamos hace ya años y hoy al fin lo he hecho
Vicente Arderius (Abuelo Turbo) muchas gracias por compartir con nosotros tu vida, eres un ejemplo
Mario Sánchez (Páter)
No hay comentarios:
Publicar un comentario